"El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se niega a arrancar.
Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos.
Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta el auto.
Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes. - Oh, ese es mi árbol de problemas -, contestó.
- Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez -.
- Lo divertido es - dijo sonriendo - que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior."
Historias para pensar
Escuchando
6 comentarios:
que buena reflexión... me gustó... muchas veces los problemas nos abruman y sin querer los llevamos a casa... es importante separar las cosas ¿cierto?
Siempre son buenas estas reflexiones... pero, cuánto daño han hecho Coelho, Bucay, el de la armadura, el de la princesa, el del queso,... que ya sólo somos capaces de darnos cuenta de las cosas si nos lo envuelven en una bonita historia de cuento de hadas.
Hoy en día no basta con pensar, hay que ser juglar para que te escuchen.
Estaría bien saber hacer eso, pero no siempre se puede "aparcar"los problemas.Pero sí sería bueno.
Yo lo consigo a medias.
hola querida
Me va a ser difícil poner un árbol a la entrada de mi piso, creo que a los vecinos no les va a parecer ni medio bien... Pero seguro que puedo cambiar el árbol por un perchero. Podría ser el perchero de los problemas. Enfin, que lo que cuenta es la enseñanza ¿verdad? Te agradezco que me lo recuerdes.
Es una excelente forma de no llevar los problemas a casa, me ha encantado, aunque ponerla en práctica sea algo más complicado.
Buen fin de semana. ;)
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