domingo, 24 de febrero de 2008

El Castillo de Neuschwanstein



El castillo de Neuschwanstein fue construido en una época en la que los castillos y las fortalezas no eran necesarias desde el punto de vista estratégico: nació de la pura fantasía. Una bella y romántica composición de torres y muros en perfecta armonía con las montañas y los lagos. La combinación de varios estilos arquitectónicos y la artesanía interior ha inspirado a generaciones de adultos y niños. El castillo es un gran tributo a la fantasía y la imaginación. Neuschwanstein significa nuevo cisne de piedra, y fue así nombrado en honor al Caballero Cisne de la famosa ópera de Wagner del mismo nombre. Fue construido hacia fines del siglo 19, en Alemania, cerca de la frontera con Austria.

El rey Luis II de Baviera exigió dos condiciones especiales para su construcción: primero, que fuera edificado por trabajadores bávaros y con materiales bávaros, sin apenas excepciones, lo que favoreció la creación de una poderosa artesanía en Baviera, que ha hecho de ella uno de los mayores enclaves industriales de Alemania. Y segundo, que por fuera se asemejase a los castillos de los cuentos de hadas que tanto admiraba en su juventud, mientras que por dentro contuviera todos los avances tecnológicos de la época.

Así, ambas exigencias se cumplieron: el castillo asemejó tanto los relatos tradicionales alemanes que fue elegido por Disney como modelo para el castillo de La Bella Durmiente, el cual es el principal símbolo (de hecho, hay una réplica en este parque) del Disneyland Resort Paris. Por dentro, además de continuas referencias a estos cuentos o a diversas leyendas y personajes medievales como Tristán e Isolda, por ejemplo, contiene una completa red de luz eléctrica, el primer teléfono móvil de la historia (con cobertura de seis metros), una cocina que aprovechaba el calor siguiendo reglas elaboradas por Leonardo da Vinci, y maravillosas vistas y paisajes a los Alpes, incluyendo una encantadora cascada que podía contemplarse desde la habitación del monarca.



6 comentarios:

Chino Moreno dijo...

Juer, que pedazo de castillo y que bonito es, tiene que ser alucinante estar ahi dentro, sabes si se puede visitar o vive gente ahi ¿?xD es para comprarlo jajaja.

Muy buen post, me encantan los castillos de este tipo, hace un tiempo fui a Segovia y visite el Alcazar y el Acueducto y me quede alucinao de la belleza de esos muros tan grandes.

Saludos amiga ;)

Estatekietecita dijo...

Hola chino! Te aseguro que es alucinante. Este verano nos recorrimos toda Austria, pero la primera parada saliendo de Munich fue el pueblo de Fussen, con el castillo. Siempre creí que no podía existir tal maravilla, pero al iniciar la subida y ver cómo gana en grandiosidad, sabes que algo así ya no está solo en tu imaginación. Al menos yo estuve con la boca abierta casi toda la tarde. Pero el visitar las estancias, cada una de ellas con algo para comentar, fue una de las mejores cosas que hicimos! Te prometo que vale la pena (en mi caso el vértigo se me olvidó!!!) Que tengas un buen fin de domingo! Saludos chino!

JAAC dijo...

Éste era uno de mis puzzles :-)

Otro castillo chulímiso, casi de cuento de hadas es el de Peles en Rumania.

Stones dijo...

Es precioso el castillo, es de cuentos...

Krambis dijo...

Este castillo me tiene enamorado. Es precioso.

Yo dijo...

Una auténtica preciosidad. Siempre que veo fotos de este castillo me quedo embobada.